Mi mamá dice que soy linda.
Mi papá no dice nada.

Ya no escribo.
Abandoné el hábito de dejar palabras impregnadas de mí.

Si no describen otros las lucecitas del sol, nos quedaremos sordos.

Empiezo I

Me llamaste y empecé a llorar.
Cordura desataste mi locura.
Quiero estrujarte en un abrazo te quiero.
No acamparemos en el campo.
Y comienzo mis nuevos días con hermosas noticias y brisas y lugares.
Avellanas que me purifican el alma.
Vos, el parque, me dejás la sonrisa estampada y la emoción, la alegría intensa, en esencia adentro.
Y lloro. Lluevo de felicidad.