miércoles

Volver Adentro

Volver Adentro
A la intimidad más pura Más mía, más tuya.

Salida, no entrada



Gira y jira la jirafa, pero a mí se me dobla
el cuello eterno e intento recomponerlo.
Me sale el tiro por la culata y me voy
a esconder adentro del placard o debajo de la cama.
Y vos me venís a buscar diciendo palabras vanas, hasta que pronunciás una que me saca del placard o debajo de la cama.
Me decís algo como que abrazar las cosas mierdas tiene de sentido un plato, un pato. Un pato no. Un plato.
Y me hago pato para no ser plato, y me valgo valgo y te valgo.
El placard o la cama se diluye y da paso a la libertad.
Siendo
Alguien o
Linfosomas
Inertes
Roncamos adentro.

Chocolatada

Quiero que al desaparecer mi respiración y mis latidos no me encojan dentro de un ataúd asfixiante de madera prolija y barnizada, lustrada al pedo. Quiero que me cremen y me chocolaten y así, sin más me entierren, para degradarme, disgregarme pero no desagradarme.
Integrarme a la tierra y formar parte de la vida del cosmos. Nadar en agua y barro, dormir en átomos dentro de tu pelo.
Morir sucede a cada rato. Se nos muere un pedacito de nosotros cada momento para que nazca otro. Y renacemos. Después de cientonoventa años morir ya no es nada, es perder el cuerpo. Nada más.